En Promises, la inconfundible voz de Dolores O'Riordan se convierte en un torbellino de reproches y liberación. La canción retrata el momento en que una relación se desmorona y las promesas que alguna vez parecían eternas se revelan como palabras huecas. Con guitarras potentes y un estribillo que se clava en la memoria, la cantante irlandesa expone la frustración de esperar fidelidad y recibir decepción, recordándonos que toda traición trae consecuencias: «You'd better hold on to your promises, because you bet you'll get what you deserve».
Entre el impulso de quemarlo todo y el deseo de que la otra persona se quede “solo un rato más”, la letra oscila entre la rabia y la nostalgia. Esa dualidad convierte el tema en un himno para cualquiera que haya sentido el corazón arder ante un “para siempre” incumplido. En apenas tres minutos, The Cranberries nos invitan a gritar, soltar lastre y, sobre todo, a no olvidar que las promesas valen tanto como las acciones que las sostienen.