“Open Hearts” nos lleva a un momento íntimo en el que The Weeknd escucha el viento de la vida colarse por la ventana de su alma. Aun rodeado de plata y oro, siente el frío de la soledad; el lujo no basta cuando el corazón está vacío. En medio de ese limbo aparece alguien que lo atrae con palabras que lo “mantienen vivo” y le recuerda que la juventud eterna es una ilusión. El canadiense pinta un contraste entre la decadencia del exceso y el calor de una conexión genuina.
El estribillo repite que “nunca es fácil enamorarse de nuevo”: abrir el corazón destapa cicatrices, pero también ofrece la posibilidad de sanarlas. Con imágenes de ángeles que susurran su nombre y halos que iluminan la oscuridad, la canción celebra la valentía de volver a confiar. En suma, The Weeknd transforma el miedo y la fragilidad en un himno esperanzador sobre cómo el amor, pese a los riesgos, puede resucitar hasta al alma más herida.