¿Cuántas veces nos encontramos con alguien querido y, en lugar de hablar de lo importante, llenamos los silencios con chistes, café y cerveza? En “Just Another Thing That We Don’t Talk About”, el cantautor británico Tom Odell retrata ese incómodo reencuentro bajo la lluvia en el que dos personas intentan aparentar normalidad: bajan del tren, comparten un termo de café y ponen música en el coche, pero evitan la conversación que realmente importa. Cada gesto cotidiano —desde preguntar “¿cómo has estado?” hasta encender la estufa para un chili— sirve como escudo contra los recuerdos dolorosos y las palabras que ninguno se atreve a pronunciar.
La canción se convierte en un himno sobre la evasión emocional: el narrador reconoce que esta sería la oportunidad perfecta para “arreglar las cosas”, aunque sabe que acabará siendo otra más de las tantas que no hablan. Con un tono melancólico mezclado con sutil ironía, Odell nos recuerda lo fácil que es apuntalar una relación sobre silencios en lugar de verdades. Así, el estribillo se clava como un recordatorio: cada conversación pospuesta se acumula hasta hundir el barco.