¡Prepárate para bailar mientras sanas el corazón! "Lucky" une el pulso electrónico de Zedd (el productor alemán detrás de éxitos globales) con la voz juguetona de Remi Wolf. La letra nos coloca en una mañana lluviosa, abrazando la almohada, cuando el recuerdo de una relación complicada se cuela por cada rendija. Hubo atracción instantánea -"me jalabas como un imán"- pero también fuego que quemó. El yo lírico reconoce el dolor todavía fresco, aunque subraya algo crucial: "Hubiera sido mucho peor si me quedaba".
La magia de la canción está en transformar ese sufrimiento en gratitud. Después de atravesar el incendio emocional, el protagonista no siente rencor sino fortuna por la lección aprendida. Cada repetición de "lucky, lucky" es un recordatorio pegadizo de que incluso las historias que terminan mal pueden regalarnos fuerza y claridad. El resultado es un himno pop que anima a apreciar los tropiezos amorosos como escalones hacia versiones más sabias de nosotros mismos… ¡mientras movemos los pies al ritmo del sintetizador!