Learn English With Lorde with these 14 Song Recommendations (Full Translations Included!)

Lorde
LF Content Team | Updated on 2 February 2023
Learning English with Lorde's music is fun, engaging, and includes a cultural aspect that is often missing from other language learning methods. It is also great way to supplement your learning and stay motivated to keep learning English!
Below are 14 song recommendations by Lorde to get you started! Alongside each recommendation, you will find a snippet of the lyric translations with links to the full lyric translations and lessons for each of the songs!
CONTENTS SUMMARY
Royals
I've never seen a diamond in the
Flesh
I cut my teeth on wedding rings in the movies
And I'm not proud of my address
Nunca he visto un diamante en la
Realidad
Me estrené con anillos de boda en las películas
Y no me enorgullece mi dirección

¿De qué va “Royals”? Imagina a Lorde, la joven artista croata, observando desde su barrio humilde los excesos que ve en los videoclips y en la cultura pop. Con imágenes llamativas —gold teeth, Grey Goose, tigers on a gold leash— la cantante ironiza sobre un mundo de lujos que jamás ha tocado. En lugar de sentirse inferior, convierte esa distancia en orgullo: “We don’t care, we’re driving Cadillacs in our dreams”. Así establece el contraste entre la ostentación ajena y la realidad de contar las monedas en el tren camino a la fiesta.

El estribillo declara la rebelión: “We’ll never be royals… That kind of lux just ain’t for us”. Lorde y sus amigos prefieren un “buzz” distinto, basado en la autenticidad y la imaginación. Al proclamarse “Queen B”, ella juega con la fantasía de ser reina sin necesitar coronas reales. El mensaje final es claro: la verdadera grandeza no se mide en diamantes ni maybachs, sino en la libertad de crear tu propio reino, aunque solo exista en tu cabeza.

Solar Power (Energía Solar)
I hate the winter, can't stand the cold
I tend to cancel all the plans
But when the heat comes, something takes a hold
Can I kick it? Yeah, I can
Odio el invierno, no soporto el frío
Suelo cancelar todos los planes
Pero cuando llega el calor, algo se apodera de mí
¿Puedo hacerlo? Sí, puedo

¿Listo para un baño de sol musical? "Solar Power" es la invitación de Lorde a sacudirnos la melancolía invernal y abrazar la energía radiante del verano. La cantautora neozelandesa describe ese momento mágico en el que el clima cálido nos transforma: nos quitamos el abrigo, dejamos el celular a un lado y nos lanzamos a la playa en busca de libertad. Con imágenes de mejillas sonrojadas como "duraznos demasiado maduros" y baile sobre la arena, la canción celebra la conexión con la naturaleza, el desprendimiento digital y la sensación de renacer bajo la luz del sol.

En su coro hipnótico, Lorde habla de un “nuevo estado mental” donde el drama se disipa y la felicidad se vuelve contagiosa. Ese poder solar es casi espiritual: ella misma se describe como "una Jesús más bonita" que guía a sus amigos a un lugar de alegría compartida. En resumen, esta canción es un himno veraniego que nos anima a soltar preocupaciones, recargar pilas con la vitamina D emocional del sol y bailar descalzos al ritmo de la brisa costera.

Leader Of A New Regime (Líder De Un Nuevo Régimen)
Wearing SPF 3000 for the ultraviolet rays
Made it to the island on the last of the outbound planes
Got a trunk full of Simone and Céline, and of course, my magazines
I'm gonna live out my days
Llevo SPF 3000 para los rayos ultravioleta
Llegué a la isla en el último avión de salida
Tengo un baúl lleno de Simone y Céline y, por supuesto, mis revistas
Voy a vivir mis días

Imagina un futuro cercano donde el sol quema con tanta intensidad que necesitas SPF 3000, los vuelos de salida se han agotado y los que aún pueden viajar huyen con sus baúles llenos de moda de lujo y revistas brillantes. En este escenario casi apocalíptico, la narradora llega a una isla remota dispuesta a “vivir sus días”, aunque la sensación de confort es solo aparente: el paisaje está marcado por el miedo y el desgaste cultural.

En su estribillo, Lorde lanza un ruego urgente: “Won't somebody, anybody, be the leader of a new regime?”. Entre el lujo vacío, la lujuria y la paranoia, la canción cuestiona quién tomará las riendas para rescatar a una sociedad agotada y superficial. Así, la artista neozelandesa mezcla crítica social y melancolía pop para recordarnos que el cambio no llegará solo; hace falta un liderazgo —o quizá una conciencia colectiva— capaz de romper con la escena “quemada” y construir un nuevo comienzo.

The Path (El Camino)
Born in the year of OxyContin
Raised in the tall grass
Teen millionaire having nightmares
From the camera flash
Nacida en el año de OxyContin
Criada entre la hierba alta
Adolescente millonaria teniendo pesadillas
Por el flash de la cámara

🌞 “The Path” es la carta de presentación del álbum Solar Power de la neozelandesa Lorde. Desde la primera línea —“Born in the year of OxyContin”— la cantante dibuja un retrato generacional: una juventud saturada de cámaras, lujos y ansiedades. Las imágenes de galas de museo, modelos que bailan en la tumba de un faraón y un “brazo enyesado” mezclan el glamour con la fragilidad para mostrar lo absurdo de la fama y lo solitario que puede sentirse ser la voz de toda una era.

🎤 El mensaje central es claro: no busques un “salvador” en ella. Lorde rechaza la etiqueta de líder espiritual del pop y, en su lugar, pone la esperanza en algo más grande y luminoso: el sol. Cuando repite “I just hope the sun will show us the path”, invita a mirar afuera de las pantallas y adentro de uno mismo para encontrar respuestas. Así, “The Path” se convierte en un himno que reconoce nuestras heridas colectivas y nos anima a buscar nuestra propia brújula, recordándonos que incluso los ídolos son humanos y que la luz puede venir de la naturaleza, de la comunidad y de cada persona.

Oceanic Feeling (Sensación Oceánica)
It's a blue day
We could jump Bulli
When I hit that water
When it holds me
Es un día azul
Podríamos saltar en Bulli
Cuando toque esa agua
Cuando me sostenga

Oceanic Feeling nos sumerge en un día azulísimo a la orilla del mar, donde los recuerdos familiares se mezclan con el vaivén de las olas. Lorde observa cómo la inmensidad del océano conecta tres generaciones: su padre saltando al agua de niño, su hermano pequeño deslizándose en la tabla, y ella misma agradeciendo a la naturaleza cada “ofrenda” que llega bajo el sol. Este primer viaje visual crea un mosaico de momentos cotidianos, pura ternura y aventura, celebrando la unión entre familia y entorno con pinceladas de surf, pesca y el zumbido de las cigarras. El resultado es una postal luminosa que huele a sal y libertad.

En la segunda mitad, la cantante gira la mirada hacia adentro y al futuro: se pregunta si su hija heredará rasgos físicos o espirituales, mientras deja atrás el viejo lápiz labial negro que ya no necesita. Entre respiraciones profundas y pequeños rituales con la marea, Lorde reconoce que la iluminación no llega de golpe, sino “un año a la vez”. Con cada inhalación y exhalación convierte sus temores en poder personal, levanta una pira con la madera traída por la marea y se prepara para unirse a un “coro” que representa una conciencia más amplia. En esencia, la canción es un canto de autodescubrimiento, legado familiar y conexión cósmica, todo envuelto en la calma inmutable del océano.

California
Once upon a time in Hollywood
When Carol called my name
I stood up, the room exploded, and I
Knew that's it, I'll never be the same
Había una vez en Hollywood
Cuando Carol llamó mi nombre
Me puse de pie, el cuarto estalló, y yo
Supe que era eso, nunca volvería a ser la misma

¿Alguna vez has soñado con la vida glamorosa de Hollywood y luego descubierto que los focos encandilan más de la cuenta? En California, la neozelandesa Lorde narra su propia montaña rusa por la meca del espectáculo: primero la alfombra roja, los aplausos y los jets privados; después la resaca emocional de las «botellas y modelos» que terminan apretándole el cuello. La voz de “Carol” representa aquella gran oportunidad que la catapultó a la fama, pero también abrió la puerta a un mundo que, aunque dorado, estaba lleno de flechas envenenadas.

En la canción, Lorde decide abandonar esa “California love” que suena tan tentadora en las películas. Prefiere volver a las nubes de su Nueva Zelanda natal, tomar el sol con sus amigas y su “baby”, y quedarse con los recuerdos buenos sin repetir el ciclo tóxico. Con un suspiro final, reconoce que todo fue «solo un sueño» y pide despertar. El resultado es un himno de despedida que combina nostalgia y alivio, perfecto para recordarnos que el brillo externo no siempre compensa la paz interior.

Mood Ring (Anillo De Humor)
I'm tryna blow bubbles but inside
Can't seem to fix my mood
Today it's as dark as my roots
If I, if I ever let them grow out
Estoy intentando soplar burbujas, pero por dentro
No consigo arreglar mi ánimo
Hoy está tan oscuro como mis raíces
Si, si alguna vez las dejo crecer

Lorde, la cantautora neozelandesa que convirtió la melancolía en himnos pop, usa Mood Ring para entrar con ironía en la fiebre del «wellness». Entre referencias a saludar al sol, limpiar cristales y checar el horóscopo, la artista retrata a toda una generación que intenta calmar su ansiedad con rituales de moda y escapadas espirituales. El anillo que cambia de color simboliza ese deseo de obtener respuestas inmediatas sobre nuestras emociones, aunque en el fondo sigamos sintiéndonos desconectados.

En clave de sátira dulce, la canción combina nostalgia por los primeros 2000 con la sensación de que el mundo actual es un torbellino imposible de entender. Al repetir que «no puede sentir nada», Lorde evidencia el vacío que dejan los consejos de revistas, los suplementos y las tendencias holísticas cuando no se acompañan de autoconocimiento real. El resultado es un retrato luminoso y crítico: un baile de chicas tristes que buscan alivio mientras preguntan, casi con un suspiro colectivo, si al final todo estará bien.

Perfect Places (Lugares Perfectos)
Every night, I live and die
Feel the party to my bones
Watch the wasters blow the speakers
Spill my guts beneath the outdoor light
Cada noche vivo y muero
Siento la fiesta en los huesos
Veo a los desperdiciados reventar los parlantes
Derramo mis entrañas bajo la luz de afuera

¿Dónde están esos perfect places que promete la noche? En esta canción, Lorde nos invita a acompañarla por una serie de fiestas donde cada copa, cada baile y cada altavoz al límite se vuelve un intento de escapar de la rutina, los titulares deprimentes y la presión de ser joven. Entre luces exteriores y amaneceres confusos, la cantante neozelandesa confiesa que se siente “on fire”, aunque al mismo tiempo vacía, tratando de llenar ese hueco con música a todo volumen y besos fugaces.

Sin embargo, cuanto más busca esos lugares perfectos, más se pregunta si realmente existen. La letra refleja el lado dulce y amargo de la juventud: la adrenalina de sentirse invencible, la vergüenza de no saber a dónde ir y la melancolía de ver cómo se desvanecen los héroes que antes inspiraban. Perfect Places es, en el fondo, un recordatorio de que la perfección quizá no sea un sitio físico, sino el momento compartido en la pista de baile con gente que, al menos por esa noche, entiende nuestro caos.

Homemade Dynamite (Dinamita Casera)
A couple rebel top gun pilots
Flying with nowhere to be
Don't know you super well
But I think that you might be the same as me
Un par de pilotos rebeldes de Top Gun
Volando sin un lugar adonde ir
No te conozco muy bien
Pero creo que podrías ser igual que yo

Homemade Dynamite es un himno a las noches de locura juvenil, cuando todo parece posible y cada decisión es pura adrenalina. Lorde imagina a un grupo de amigos pilotos rebeldes -sin rumbo y con las reglas propias- que se lanzan a la fiesta con la misma energía de un artefacto casero a punto de explotar. Entre mentiras piadosas, carcajadas y besos improvisados, la cantante celebra la complicidad de quienes se atreven a ser diferentes y abrazan lo impredecible, aunque eso implique cristales rotos y un futuro incierto.

La dinamita casera simboliza esa mezcla explosiva de alcohol, deseo y amistad que prende fuego a la noche. Cada verso retrata la efervescencia de perder los zapatos en la pista, de coquetear con el peligro (¿conducir a ciegas?) y de sentirse invencible por unas horas. En el fondo, la canción invita a vivir el presente con intensidad, a reírnos de las consecuencias y a reconocer que a veces la mejor chispa no viene de fuera, sino de la química que compartimos con nuestros cómplices de aventuras.

Green Light (Luz Verde)
I do my makeup in somebody else's car
We order different drinks at the same bars
I know about what you did and I wanna scream the truth
She thinks you love the beach, you're such a damn liar
Me maquillo en el coche de otra persona
Pedimos bebidas distintas en los mismos bares
Sé lo que hiciste y quiero gritar la verdad
Ella cree que amas la playa, eres un maldito mentiroso

Green Light de Lorde presentó al mundo a una joven neozelandesa dispuesta a convertir el desamor en pista de baile. La canción nos abre la puerta a una noche caótica: ella se maquilla en el coche de otra persona, pide bebidas distintas en el mismo bar y va descubriendo mentiras que duelen casi tanto como los mordiscos de un tiburón. Entre recuerdos de besos sobre una pista iluminada y rumores que «muerden», la protagonista oscila entre la rabia y la necesidad de gritar la verdad. Sin embargo, en su mente empiezan a sonar nuevos sonidos, un indicio de que algo mejor está por llegar.

El estribillo repite su mantra: “I’m waiting for it, that green light, I want it”. Esa «luz verde» es la metáfora del semáforo emocional que todos esperamos cuando queremos seguir adelante tras una ruptura. Aunque todavía ve a su ex en cada esquina y le cuesta recoger sus cosas, la canción celebra el momento exacto en que decidimos avanzar. El ritmo acelerado y las imágenes urbanas convierten el dolor en energía pura, invitándote a bailar mientras aprendes que dejar ir también puede sentirse como una fiesta. ¡Prepárate para encender tu propia luz verde y practicar español al mismo tiempo!

The Love Club (El Club Del Amor)
I'm in a clique but I want out
It's not the same as when I was punched
In the old days there was enough
The card games and ease with the bitter song of light
Estoy en una pandilla pero quiero salir
No es lo mismo que cuando me pegaron
En aquellos días bastaba
Los juegos de cartas y la calma con la amarga canción de luz

¿Alguna vez has sentido que perteneces a un grupo… pero al mismo tiempo quieres salir corriendo? Esa es la contradicción que Lorde, la prodigiosa artista neozelandesa, explora en The Love Club. La canción retrata la euforia de entrar a un círculo social “cool” —fiestas, amistades intensas, glamour aparente— y el desengaño que llega cuando descubres los golpes literal y metafóricos que hay detrás. Con frases como “I’m in a clique but I want out” y “You get punched for the love club”, Lorde pinta un escenario juvenil donde la aceptación cuesta moretones y la voz propia queda ahogada entre expectativas ajenas.

Al avanzar la letra, la cantante confiesa que el mayor problema del club es la distancia que crea con quienes te vieron crecer. El brillo inicial (“Everything will glow for you”) se opaca cuando anhelas volver a casa, reencontrarte y, sobre todo, quedarte a solas contigo misma. The Love Club es, en el fondo, un himno a la independencia: celebra el vértigo de las amistades adolescentes pero también anima a soltar la presión de encajar, regresar a tus raíces y “comenzar la gran aventura” con una identidad auténtica bajo el brazo.

Team (Equipo)
Wait 'til you're announced
We've not yet lost all our graces
The hounds will stay in chains
Look upon your greatness
Espera hasta que te anuncien
Todavía no hemos perdido todas nuestras gracias
Los sabuesos se quedarán encadenados
Contempla tu grandeza

En “Team”, la artista neozelandesa Lorde alza la voz por todos los que viven al margen de las luces de neón. Con imágenes de “ciudades que nunca verás en la pantalla” y fiestas en palacios en ruinas, la canción celebra a los grupos de amigos que se apoyan mutuamente aun cuando el mundo exterior los descarte como “poco bonitos”. Lorde denuncia la presión de subir las manos solo porque alguien lo ordena y reivindica la fuerza de la lealtad auténtica: no necesitamos grandes mansiones ni joyas brillantes para sentirnos poderosos, basta con la complicidad de nuestra propia gente.

El estribillo “We’re on each other’s team” se convierte en un himno de unidad y resistencia. Entre restos de copas rotas y soñados paisajes lunares, la cantante nos recuerda que crecer significa cuestionar las reglas impuestas y construir un refugio común con quienes comparten nuestros ideales. Así, “Team” es un canto a la amistad, a la rebeldía creativa y a la belleza que nace cuando convertimos nuestras imperfecciones en bandera.

Yellow Flicker Beat (Latido De Parpadeo Amarillo)
I'm a princess cut from marble, smoother than a storm
And the scars that mark my body, they're silver and gold
My blood is a flood of rubies, precious stones
It keeps my veins hot
Soy una princesa esculpida en mármol, más suave que una tormenta
Y las cicatrices que marcan mi cuerpo son de plata y oro
Mi sangre es un torrente de rubíes, piedras preciosas
Mantiene calientes mis venas

Yellow Flicker Beat es un himno de transformación y poder interior. Lorde se retrata como una princesa de mármol con cicatrices de plata y oro y una sangre que fluye como rubíes ardientes. Toda esa imaginería de joyas y fuego describe cómo su energía crece por dentro hasta estallar: un latido rojizo, anaranjado y amarillo que ilumina su corazón. Es la historia de alguien que pasa del silencio a la fuerza, de ser nombrada a susurros a acelerar por cuenta propia. La gente intenta hablarle, juzgarla o frenarla, pero sus voces se desvanecen en el calor de ese incendio interno.

La canción se siente casi cinematográfica (de hecho forma parte de la banda sonora de Los Juegos del Hambre). El flicker beat es ese destello que anuncia un renacer: deja atrás las expectativas ajenas, encierra en “una pequeña prisión” a quienes la dañaron y sigue su camino sin mirar las estrellas, porque hay demasiado que hacer en la tierra. Con cada color que chisporrotea crece su determinación. Al final, Yellow Flicker Beat celebra la resiliencia juvenil, la valentía de reconstruirse y el brillo que surge cuando convertimos nuestras cicatrices en luces que guían nuestro propio vuelo.

Tennis Court
Don't you think
That it's boring how people talk
Making smart with their words again
Well I'm bored
¿No crees
que es aburrido cómo habla la gente
presumiendo otra vez con sus palabras?
Bueno, estoy aburrida

¿Listo para un partido fuera de lo común? «Tennis Court» es una foto instantánea de la juventud moderna, esa etapa en la que todo parece posible y al mismo tiempo tan frágil. Lorde retrata la emoción de perseguir mil sueños a la vez, la adrenalina de los primeros viajes y la tentación de los lujos brillantes que prometen felicidad. Sin embargo, entre selfies y fiestas, la cantante revela que la mayor moda es fingir que nada importa, como si mostrarse indiferente fuera un arte nuevo. En la cancha de tenis, símbolo de cualquier lugar donde socializamos y competimos, se juega un partido donde la máscara de seguridad puede romperse en cualquier momento.

La canción combina celebración y crítica: por un lado, invita a “hablar como si nada” y a disfrutar el instante; por otro, reconoce lo efímero de la fama, el miedo a ser juzgado y el vacío que dejan las apariencias. Con un tono irónico y confesional, Lorde nos anima a ser los “class clowns” y “beauty queens” llorando de la risa y del miedo, aceptando que la verdadera victoria está en no dejar que los objetos, las palabras o las expectativas nos posean. ¡Ven a la cancha, sube el volumen y descubre cómo se siente bailar entre la euforia y la duda mientras repites “talk it up like yeah”!

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