Love Yourself nos presenta a un Justin Bieber decidido a cortar por lo sano con una relación tóxica. A lo largo de la canción, el canadiense enumera las pequeñas y grandes faltas de respeto que vivió: desde usar su nombre para entrar en clubes hasta criticar a sus amigos y hacerlo sentir pequeño. Cansado de cargar con la culpa, deja claro que ya no llora por esa chica, que su madre -quien suele llevarse bien con todo el mundo- tampoco la aprueba y que ha descubierto que se duerme mucho mejor cuando no comparte la cama con los problemas de otra persona.
El mensaje es tan directo como liberador: si tanto te gusta tu reflejo y piensas que sigo aferrado a ti, será mejor que te dediques a quererte a ti misma. Con un tono irónico y un ritmo relajado, Bieber nos recuerda la importancia del amor propio, de establecer límites y de reconocer cuándo es hora de decir adiós a alguien que no suma en nuestra vida. En definitiva, es un himno para quienes aprenden a valorarse y a dejar atrás lo que pesa.