BODYGUARD es una declaración de amor feroz y divertida en la que Beyoncé intercambia el chaleco antibalas con su pareja. Entre besos con sabor a whisky, colillas aplastadas y confesiones susurradas, la cantante pinta un retrato de complicidad total: promete ser bodyguard, Kevlar, lifeguard y hasta copiloto («ride shotgun») para la persona que ama. La letra celebra esa pasión que protege, que se mete al mosh pit, que frena los chismes y convierte los momentos difíciles en una feliz “happy hour”.
Más que una balada romántica clásica, la canción exalta la corresponsabilidad emocional. Beyoncé no solo ofrece refugio, también deja claro que desea la misma protección de vuelta: “You could be my bodyguard”. Así, convierte el amor en un intercambio de valentía y ternura, donde ambos se cuidan, se encienden y se recuerdan lo reales que son al abrazarse más fuerte. Una oda moderna al compañerismo inquebrantable, envuelta en ritmo contagioso y actitud imparable.