Billie Eilish, la joven artista estadounidense, pinta en “My Boy” el retrato mordaz de un novio que promete mucho y cumple poco. Con ironía y humor negro, la cantante expone a un chico sus (sospechoso) que se vuelve “solo una sombra” de quien decía ser. Cada verso revela contradicciones: él “adora a sus amigos” de la misma forma en que ella “ama sus puntas abiertas”, es decir, ¡cortándolos de su vida! Así, la canción mezcla imágenes cotidianas con lenguaje juvenil para mostrar que el chico miente, llora feo y copia los modales de su padre, pero nunca cambia.
El mensaje es claro: si quieres estar con alguien, debes ser sincero y corresponder. Billie se planta con actitud, deja en evidencia la falta de madurez de su pareja y, al final, lanza un ultimátum: “If you want a good girl, then goodbye”. El tema celebra la autoestima y el empoderamiento femenino, subrayando la importancia de poner límites cuando el amor no es honesto ni recíproco.