¿Alguna vez has querido convencerte de que ya olvidaste a alguien, pero cada palabra que sale de tu boca demuestra lo contrario? En “The Man”, Ed Sheeran se lanza a un rap confesional y sin filtros, relatando la vorágine emocional que sigue a una ruptura: celos, arrepentimiento y la amarga sensación de haber perdido a la persona adecuada por culpa de la fama y la distancia. Con un tono sarcástico y autoculpable, el británico repasa los detalles más incómodos (¡y públicamente!) de la relación, mientras su estribillo repite “I don’t love you” como un mantra que nadie —ni siquiera él— termina de creer.
Más que una simple canción de despecho, el tema reflexiona sobre la dualidad entre el éxito profesional y la vida personal. Sheeran admite que su carrera 24/7 lo alejó de ella, confiesa sus miedos a la soledad y a los excesos, y concluye que el triunfo no vale nada si no hay con quién compartirlo. El resultado es un relato crudo pero humano, donde el cantante descubre que la honestidad duele… aunque libera.