"Dear Future Husband" es una carta musical llena de doo-wop y buen humor en la que Meghan Trainor, con desparpajo y confianza, enumera los "requisitos" que debe cumplir su pareja ideal. Pide flores en los aniversarios, citas románticas y palabras bonitas cada noche, pero también deja claro que ambos trabajan y que ella no piensa quedarse en casa horneando tarta de manzana: la relación debe ser equilibrada y basada en el respeto.
Más allá del tono coqueto, la canción es una celebración del amor propio y la igualdad: recuerda que los detalles, la comunicación y la cortesía son esenciales, y que para conquistarla no bastan regalos; hace falta reconocer su valor, abrirle la puerta y saber pedir disculpas cuando haya discusiones. En definitiva, es un himno pop que mezcla picardía y empoderamiento para dejarle claro a ese futuro esposo que solo el que la trate “como una dama” tendrá la llave de su corazón.