Piensa en un sanatorio lúgubre, la luna llena es eterna y las puertas están selladas. Así empieza Welcome Home, donde Metallica convierte la experiencia de un paciente en una montaña rusa sonora. El narrador describe su rutina repetitiva, los doctores que controlan su mente y la sensación de que la etiqueta de "demente" es una prisión. Entre riffs pesados, la banda opone libertad y encierro, recordándonos que a veces quienes deberían curar solo alimentan la rabia.
En la segunda mitad, la canción estalla con un clamor colectivo: los internos se unen, la "mutiny in the air" anuncia revuelta. El deseo de escapar es tan intenso que la violencia parece la única salida. Metallica no glorifica el caos, más bien denuncia cómo la opresión puede transformar la búsqueda de libertad en algo oscuro. El resultado es un himno que invita a cuestionar instituciones y a escuchar la voz de quienes, silenciados, aún sueñan con volver a alcanzar el mundo exterior.