Rockstar 101 es la carta de presentación más rebelde de Rihanna. Con el dedo medio en alto, diamantes que brillan y la noche entera por delante, la artista barbadense presume una actitud de “me da igual” mientras declara una y otra vez: “I’m a rockstar”. La letra retrata la vida desenfrenada de una estrella que duerme de día y conquista la ciudad de noche, ignorando normas y expectativas. El guiño a Slash y a “la guitarra negra que le falta” une su pop urbano con la esencia eléctrica del rock, creando un himno de poder y desfachatez.
Este tema celebra la seguridad en uno mismo y la libertad de ser extravagante: si quieres sentirte imparable, ponte tu mejor outfit, súbele al volumen y deja que las luces brillantes se reflejen en tu cadena. Rihanna te invita a ocupar cualquier espacio como si fuera tu escenario, sin disculpas. ¡Bienvenido al club de los que viven la vida en modo rockstar!