“Custer” de Slipknot es un estallido de furia y sarcasmo que arremete contra la mediocridad colectiva. Con un narrador que se siente “medio vivo” y “cansado de todo”, la letra denuncia cómo cualquier cosa extraordinaria suele ser aplastada por la envidia y la ignorancia. Entre referencias a armas, basura y un estribillo que repite “Cut me up”, la banda retrata un mundo deshumanizado donde la irreverencia es casi una enfermedad contagiosa. El sujeto lírico asume su papel de inadaptado, reconoce el castigo que le espera y aun así abraza su rebeldía como forma de autenticidad.
Slipknot invita al oyente a cuestionar las mentiras formales y a entender por qué pelea su propia batalla interna. El mensaje es claro: en una sociedad que premia lo común, permanecer de pie sin doblegarse no recibe piedad, pero sí concede la única victoria posible, la de conservar la identidad. La canción funciona así como un himno explosivo para cualquiera que se sienta atrapado entre la basura cotidiana y la necesidad de gritar su verdad a todo volumen.