¿De qué va Traitor?
En esta balada llena de furia y vulnerabilidad, Olivia Rodrigo narra el momento en que descubre que su ex pareja la "traicionó" al acercarse demasiado rápido a otra chica apenas terminó la relación. Aunque técnicamente no hubo infidelidad directa, la cantante expone ese dolor gris que existe entre la mentira y la verdad: mensajes a escondidas, excusas de “solo somos amigos” y la sensación de que tu lugar fue sustituido de la noche a la mañana. El estribillo golpea con una idea clara: hay algo igual de hiriente que engañar, y es romper la confianza mientras aún dices querer a la otra persona.
El tema funciona casi como un diario íntimo. Olivia combina imágenes cotidianas (ojos culpables, la cama compartida, la nueva “trofeo”) con reproches afilados, construyendo un himno para cualquiera que haya sentido que le movieron el suelo emocional sin aviso. Entre susurros y gritos, la canción recuerda que el desamor no siempre se mide por las reglas clásicas de “fidelidad”, sino por la lealtad emocional. Traitor invita a los oyentes a reconocer su propio valor y a no conformarse con medias verdades que al final duelen igual que una mentira completa.