Unholy nos sumerge en una escena nocturna llena de luces de neón y secretos que arden. Sam Smith y Kim Petras cuentan la historia de un padre aparentemente ejemplar que, a espaldas de su familia, se escapa a un body shop para dejarse llevar por deseos prohibidos. Mientras la madre ignora lo que sucede, él disfruta de un mundo de tentación, dinero fácil y lujos de diseñador que se pagan con su discreción.
La letra critica la doble moral y la hipocresía: quien predica pureza en casa se desliza por los rincones más oscuros de la ciudad. Con un ritmo pegajoso y un estribillo que se memora al instante, la canción mezcla sensualidad, ironía y un recordatorio de que los secretos siempre encuentran la forma de salir a la luz. 💃🕺
Sam Smith, el talentoso artista del Reino Unido, nos abre su corazón en Too Good At Goodbyes, una balada que convierte el dolor en una revelación. A lo largo de la canción, el protagonista confiesa que ya ha pasado tantas veces por la misma historia que ha perfeccionado un mecanismo de defensa: mantenerse a distancia de la persona que más quiere para evitar otra caída. Cada verso revela su lucha interna entre el afecto y el miedo, y el estribillo —«I'm way too good at goodbyes»— se convierte en un mantra de autoprotección.
La letra pinta un ciclo muy claro:
Así, Sam Smith describe cómo el amor puede volverse una armadura emocional: quien teme sufrir prefiere no sentir. El resultado es una historia triste pero familiar, perfecta para practicar vocabulario relacionado con los sentimientos y reflexionar sobre la vulnerabilidad.
Sam Smith, el aclamado artista británico, une su voz a la de Ed Sheeran para recordarnos que el amor no entiende de reglas ni de mapas. Who We Love pinta la pantalla en blanco de la vida con besos en lugares abarrotados, lluvias de verano y paseos descalzos por la arena. Cada imagen es una postal que celebra la libertad de amar sin filtros: querer “todo el mundo” para esa persona especial no es un capricho, sino un impulso tan inevitable como el latido del corazón.
La canción lanza un mensaje directo: deja de pelear contra lo que sientes. No importa si ese alguien está cerca o ya se ha ido, si el universo los juntó una vez, la chispa permanece. Con un estribillo luminoso y versos que huelen a primeras veces conocidas, Sam y Ed construyen un himno a la autenticidad: ama a quien amas y confía en que el amor, cuando es verdadero, nunca puede ser un error.
Sam Smith, artista originario de Estados Unidos, nos invita a un viaje interior con “Gloria”: una pieza que combina la suavidad de un himno con la fuerza explosiva del pop. Desde los primeros versos, el cantante confiesa que convive con “demonios” y “monstruos”, imágenes que representan las inseguridades que todos cargamos. La pregunta “Will you be my friend?” revela su anhelo de aceptación en medio de esa batalla mental.
Poco a poco, la canción se transforma en un llamado a la autenticidad. El estribillo anima a “ser tú mismo tan alto esta noche” hasta que te escuchen “desde las estrellas”, celebrando la autoexpresión sin miedo. Ese “Hymn for Gloria” es un canto esperanzador dirigido a cualquiera que necesite recordar que, pese a la oscuridad interna, seguimos brillando como “dinamita”. Gloria se convierte así en símbolo de la libertad personal: un recordatorio de que cada voz merece ser escuchada y que la verdadera victoria llega cuando abrazamos nuestro yo más genuino.
Dancing With a Stranger nos invita a la pista de baile con un cóctel de sentimientos encontrados. Sam Smith, artista del Reino Unido, y la talentosa Normani convierten la soledad en un ritmo irresistible: el yo lírico confiesa que aún extraña a su ex, pero, con tal de no pasar otra noche a solas, prefiere lanzarse a bailar con un desconocido. Entre sintetizadores suaves y voces seductoras, la canción mezcla melancolía y deseo en un mismo compás.
El estribillo repetitivo -“Look what you made me do… I’m dancing with a stranger”- funciona como un mantra que refleja esa lucha interna: intentar olvidar a alguien usando la cercanía de otra persona, aunque sepa que es un parche momentáneo. La chispa romántica se enciende en la pista, pero en el fondo late la necesidad de superar el pasado. Con su vibra elegante, esta colaboración convierte la vulnerabilidad en un himno nocturno perfecto para cantar, sentir… ¡y practicar tu español mientras mueves los pies!
¿Alguna vez has ido a una fiesta con un objetivo clarísimo? Eso es exactamente lo que Sam Smith nos confiesa en “I'm Not Here To Make Friends”. La canción vibra con una energía descarada: el cantante celebra su propia seguridad y deseo, dejando claro que no busca charlas triviales ni nuevas amistades. Su mensaje parte de una verdad rotunda que abre la letra: “If you can’t love yourself, how in the hell you gonna love somebody else?” Solo desde el amor propio podemos compartir amor, y Sam lo traduce en una invitación directa a quien quiera una conexión física sincera y sin rodeos.
Con ritmos bailables producidos por Calvin Harris y los coros intensos de Jessie Reyez, el tema se convierte en un himno de autopoder: “Necesito un amante” se repite como mantra, transformando la búsqueda de placer en algo empoderador y positivo. Entre luces de discoteca y una actitud sin filtros, la canción celebra la honestidad emocional: si te atraigo y te gusta esta vibra, acércate, porque la noche es corta y el deseo es claro. En resumen, Sam Smith nos recuerda que ser directo sobre lo que queremos puede ser tan liberador como bailar nuestro tema favorito a todo volumen. ¡Prepárate para cantar, moverte y tal vez enviarte ese mensaje de atrevimiento que estabas dudando en mandar!
«Love Me More» es un himno de autoaceptación protagonizado por Sam Smith, el talentoso artista de Estados Unidos que nos invita a encender la pista, calzarnos nuestros tacones de baile y mirarnos al espejo sin miedo. A través de versos íntimos, Sam confiesa cómo los insultos y la inseguridad solían arder por dentro, pero al sentarse con la tristeza terminó encontrando libertad. La canción traza el viaje desde las lágrimas en la almohada hasta la promesa de cuidarse “un poquito más” cada día.
En este relato musical, el espejo deja de ser enemigo y se convierte en aliado. El mensaje es claro: el amor propio se aprende, se practica y se celebra bailando. Con un estribillo pegadizo y líneas que muchos reconocerán como propias, Sam nos recuerda que el primer paso hacia la felicidad es tratarnos con la misma ternura con la que tratamos a quienes amamos. ¡Sube el volumen, deja que la melodía te abrace y empieza a quererte más, aunque sea un poquito, hoy mismo!
Sam Smith, el cantautor británico de voz inconfundible, abre su corazón en To Die For, una balada que retrata el miedo universal a la soledad y el deseo ardiente de encontrar a alguien por quien valga la pena todo, incluso la vida misma. Desde la primera línea ("It is as if everyone dies alone…") sentimos la pregunta existencial que lo persigue, mientras su voz suave se desliza entre susurros y notas melancólicas.
Las imágenes de la letra mezclan lo cotidiano con lo dramático: "Pink lemonade sippin' on a Sunday", parejas tomándose selfies en un día perfecto, y él, una "sombra solitaria" que pasea sin rumbo por la avenida. Ese contraste pinta un cuadro vívido de alguien que observa la felicidad ajena mientras su propio mundo se desmorona. En medio de la confusión y las sonrisas forzadas, Sam repite su plegaria: "I just want somebody to die for". No se trata de romanticismo oscuro, sino de la esperanza profunda de compartir todo, los miedos y la luz, con un compañero de vida. La canción nos recuerda que sentirnos solos es humano, y que el anhelo de conexión puede ser tan poderoso como la misma supervivencia.
En Gimme, Sam Smith (Estados Unidos) se alía con Koffee y Jessie Reyez para crear un himno de pura seducción y libertad en la pista de baile. El estribillo repetitivo —“gimme, gimme”— funciona como un mantra que exige satisfacción inmediata: lo que quiero es justo lo que tú tienes. Entre miradas de voyeurs y copas que suben la temperatura, la canción celebra el deseo sin filtros, la atracción física y la emoción del momento.
La mezcla de inglés con el patois jamaicano de Koffee y la frescura latina de Jessie Reyez refuerza un mensaje claro: aquí no importan el dinero ni las etiquetas, solo el placer compartido. “Relájate, camina antes de correr” invitan los versos, animando a dejarse llevar por el ritmo caribeño y la confianza mutua. El resultado es un tema provocador y festivo que convierte la pista de baile en un espacio de juego y complicidad donde todo se resume en una sola petición: dámelo.
Sam Smith, el talentoso cantante británico, nos abre su corazón en “I’m Not The Only One”. La canción retrata el momento en que alguien descubre una infidelidad y siente cómo la promesa de “para bien o para mal” se rompe en pedazos. Entre susurros de dolor y notas de soul, el narrador confiesa que, aunque el engaño se ha vuelto evidente, todavía necesita a esa persona. Esa mezcla de tristeza, amor y autoafirmación crea un cóctel emocional que todos podemos saborear.
A medida que avanza la letra, surgen dos temas principales: • Duda e intuición: el protagonista se ha pasado “meses con dudas”, negando sus lágrimas, hasta que la verdad resulta imposible de esconder. • Valor y aceptación: lejos de rendirse, reconoce su propio valor al decir “sé que no soy el único”. Esta declaración convierte el dolor en fuerza, invitándonos a confiar en nuestros instintos y a no conformarnos con migajas de cariño.
En resumen, la canción de Sam Smith es un himno melancólico que mezcla vulnerabilidad y valentía, perfecto para cantar a todo pulmón mientras aprendes nuevas palabras en inglés… ¡y sanas un poco el corazón!
¡Prepárate para sentir un puñadito de nostalgia y mucha honestidad! En “Stay With Me” el británico Sam Smith se confiesa: no es experto en aventuras de una sola noche, pero el anhelo de cariño le gana la partida. La canción nos lleva a esa madrugada en la que, después de la fiesta, la soledad se hace gigante y lo único que uno quiere es un abrazo que dure hasta que salga el sol. Con una voz impregnada de soul y emoción, Smith admite que esto no es amor y aun así ruega: "quédate conmigo".
El tema retrata la paradoja de buscar compañía aun sabiendo que la relación no tiene futuro. Habla de vulnerabilidad masculina, de la necesidad de afecto y del tirón entre la razón y el corazón: sabemos que no va a funcionar, pero igual pedimos que no nos suelten la mano. Es un recordatorio musical de que todos, en algún momento, preferimos la calidez de una presencia cercana al frío de la soledad, incluso cuando el mañana sea incierto.
¿Alguna vez has sentido que te hundes en la oscuridad y nadie te escucha? La colaboración entre el británico Sam Smith y la estadounidense Summer Walker llega justamente para abrazar ese sentimiento y transformarlo en esperanza. You Will Be Found es un himno que nos recuerda que, incluso en los momentos más solitarios, basta con alargar la mano y pedir ayuda: siempre habrá alguien dispuesto a correr y rescatarte. La canción propone un viaje emocional que va del vacío al renacer, usando imágenes de amaneceres que rompen las sombras y voces que atraviesan el silencio para decirte: “no estás solo”.
Este tema invita a levantar la cabeza, abrir la ventana y dejar que el sol entre; promete que cada vez que pronuncias una palabra, el eco de otras personas te devuelve calor y pertenencia. Con voces poderosas y un mensaje simple pero contundente, Sam y Summer convierten la vulnerabilidad en fuerza colectiva, asegurándote que –cuando sientas que no puedes más– te encontrarán, te sostendrán y volverás a levantarte. ¡Una inyección de ánimo perfecta para tu lista de reproducción de aprendizaje de español con música!
¡Prepárate para sentir el corazón acelerar! "I’m Ready" nos sumerge en las noches frías de verano y los días ardientes de invierno que vive alguien cansado de la soledad. Con imágenes de calor y frío, Sam Smith y Demi Lovato pintan el contraste entre la esperanza y el vacío: buscan un amor auténtico, sin infidelidades, alguien que sea un creyente y un triunfador. La repetición del estribillo "I’m ready" funciona como un grito valiente: después de tantas decepciones, por fin se arriesgan a abrir de nuevo su corazón.
El tema vibra con empoderamiento y vulnerabilidad al mismo tiempo. Ambos artistas reconocen lo doloroso que puede ser estar con la persona equivocada, pero deciden apostar por la posibilidad de un romance verdadero. Así, la canción se convierte en un himno para quienes han sufrido rupturas y aún así eligen creer que el amor sincero está por llegar. ¡Una invitación a cantar a todo pulmón mientras dices: estoy listo, estoy lista para que me amen!
Diamonds, del cantante estadounidense Sam Smith, es una explosión de pop bailable que esconde un mensaje de desamor muy claro: descubrir que alguien te quiso solo por tu brillo y tus lujos. Entre ritmos pegadizos, Smith arranca los recuerdos de la pared, regala las “cosas especiales” que un día significaron todo y admite que su corazón ya estaba vendido. Mientras la otra persona sueña con glitter y oro, él decide no dejarle oír su corazón romperse y anuncia que sus diamantes —metáfora de su amor y de los regalos materiales— se van con ese amor interesado.
La canción es todo un himno de liberación y autoestima. Sam Smith reconoce la traición, sacude el miedo y proclama que el “amor material” ya no le engaña. Al entregar las joyas y el dinero, en realidad está soltando el peso de una relación superficial: “cuando no estás, puedo respirar”. Así, Diamonds convierte el dolor en fuerza y te invita a bailar mientras cierras la puerta a quien solo vio en ti un tesoro económico, no emocional.
Sam Smith, el artista británico de voz inconfundible, nos sumerge en un torbellino emocional con How Do You Sleep?. La canción retrata el momento exacto en que alguien decide poner fin a una relación tóxica: el yo lírico está cansado de las mentiras y de “perderse a sí mismo”, pero todavía siente la atracción magnética de su pareja. Ese choque entre la determinación de marcharse y el deseo de quedarse se refleja en un ritmo bailable que contrasta con la letra dolorosa.
El estribillo es una pregunta directa y casi vengativa: “How do you sleep when you lie to me?”. Con ella, Sam Smith busca que la otra persona enfrente su propia culpa y desvelo, mientras el cantante apuesta por la auto-sanación y el amor propio. En pocas palabras, este tema es un himno pop para quien da el primer paso hacia la libertad emocional, sacudiéndose la vergüenza y el miedo hasta convertirlos en una pista de baile llena de empoderamiento.
¿Te atreverías a jugártelo todo por amor? En “Writing’s On The Wall”, el británico Sam Smith se mete en la piel de un agente secreto que deja de huir y se enfrenta de una vez a sus miedos. Después de toda una vida esquivando el dolor —y el compromiso—, descubre a alguien que le hace querer quedarse. Sin embargo, esa decisión viene cargada de vértigo: amar implica exponerse, arriesgar el corazón y aceptar que el pasado puede romperse “en un millón de fragmentos de cristal”.
La canción, himno de la película Spectre de James Bond, retrata ese instante crítico en el que se siente que “las estrellas se juntan” y no hay marcha atrás: la señal está escrita en la pared y solo queda avanzar. La letra late con preguntas existenciales (“How do I live, how do I breathe…?”) que reflejan la ansiedad de perder al ser amado, pero también la determinación de saltar al vacío con tal de sentir el amor fluir “como sangre” por las venas. En resumen, es un poderoso llamado a dejar las excusas, plantarse ante la tormenta y arriesgarlo todo en nombre de un vínculo verdadero.
Kids Again de Sam Smith es un viaje nostálgico por las avenidas de la memoria. El artista estadounidense recuerda un amor que marcó su juventud y confiesa que todavía evita ciertas calles, escucha su canción compartida y pasa en coche frente a la antigua casa de esa persona. Todo esto le duele porque cada recuerdo le confirma una verdad: «nunca volveremos a ser niños». La letra mezcla imágenes de noches de hotel, maletas, charlas infinitas y copas de más, pintando el retrato de una relación tan intensa que parecía capaz de cambiar el mundo.
La canción gira en torno a la gran pregunta que cualquiera se hace tras una ruptura: ¿tú también piensas en aquello? Sam se tortura imaginando que quizá la otra persona avanzó sin mirar atrás, mientras él sigue atrapado entre la añoranza y el “qué hubiera pasado si…”. Con un tono melancólico pero lleno de honestidad, Kids Again nos recuerda lo irreversible del tiempo y lo difícil que resulta dejar atrás un pasado que todavía late al ritmo de una vieja canción compartida.
¿Te has sentido alguna vez tan perdido que, sin ser creyente, miras al cielo buscando respuestas? Eso es exactamente lo que hace Sam Smith —el aclamado artista británico— en "Pray". La canción nos lleva por un viaje emocional donde confiesa sus errores, su miedo al futuro y el cansancio de un mundo que parece arder. Smith admite que no tiene un título, que ha ignorado la religión y que suele bloquear las noticias, pero ahora la realidad lo sacude y lo obliga a reconocer su vulnerabilidad.
Pray es un grito de auxilio cargado de humanidad: un joven imperfecto que cae de rodillas porque ya no sabe qué más hacer. No es un sermón ni una conversión súbita; es la exploración sincera de la fragilidad y la esperanza. Al final, el mensaje es claro: cuando todo falla, hasta quien nunca creyó puede encontrar consuelo en una simple plegaria, porque "al final, todos rezan".
¿Alguna vez has querido acostarte al lado de alguien solo para sentir su calor y que todo vuelva a iluminarse? Esta balada de Sam Smith, un artista británico de voz inconfundible, pinta con palabras la angustia de la distancia. Cada verso compara la oscuridad de la noche con el vacío que deja la persona amada, mientras el cantante se aferra a la esperanza de reunirse y cuidar de ese ser querido.
A lo largo de la canción, la petición "Can I lay by your side?" se convierte en un mantra que mezcla amor, soledad y deseo de protección. El narrador no busca grandes gestos, sino algo tan sencillo y poderoso como compartir el mismo espacio físico. Con una melodía suave pero intensa, "Lay Me Down" nos recuerda que, cuando el corazón extraña, hasta la luna pierde su brillo y cualquier lugar parece inhóspito sin la presencia de quien amamos.
¿Alguna vez te has enamorado de alguien que te quiere, pero no de esa manera? En "Not In That Way", el artista británico Sam Smith expone con una franqueza desarmante la angustia del amor no correspondido. La canción retrata a una persona que contiene sus sentimientos porque intuye la respuesta que recibiría: "Lo siento, créeme, te quiero, pero no de esa manera". Cada verso refleja la contradicción entre necesitar a alguien y saber que ese alguien jamás cruzará la línea de la amistad.
Acompañado por un arreglo minimalista, Smith confiesa su dependencia emocional ("I'm so reliant, I'm so dependent") y el dolor de sentirse invisible en el corazón del otro. El resultado es una balada íntima que habla de vulnerabilidad, autosabotaje y la difícil tarea de aceptar la realidad. Escucharla es como leer una carta que nunca se envió: honesta, triste y, al mismo tiempo, sorprendentemente catártica.
En “I’ve Told You Now”, el cantante británico Sam Smith nos invita a sentir la impaciencia y la vulnerabilidad de un amor que lleva demasiado tiempo sin confesarse. Con comparaciones tan gráficas como caminar bajo un sol abrasador sin agua o esperar a un amigo que nunca llega, Smith describe la frustración de callar lo que realmente siente. Cada verso revela la tensión entre el deseo de hablar y el miedo a estropearlo todo, hasta que la verdad finalmente se le escapa de los labios: «He perdido mi tiempo precioso… ya te lo he dicho».
La canción captura ese momento incómodo en el que el corazón se adelanta a las palabras. Smith se reprocha su silencio, reconoce que la otra persona lo es “todo” para él y se pregunta por qué sigue rondando si no fuera por amor. Aun así, insiste en guardarse los detalles, lo que hace que la confesión suene todavía más honesta y torpe. El resultado es una balada que mezcla ansiedad y alivio, perfecta para practicar vocabulario emocional en inglés mientras te identificas con esa lucha universal: atreverse —o no— a decir lo que sentimos.
Sam Smith, artista británico, se une a Howard Lawrence para presentarnos Make It To Me, una súplica melódica que nace de la soledad. Con imágenes como my mind runs away to you y I have one vacancy, la canción pinta el retrato de alguien que ya siente la presencia de su alma gemela y reserva en su corazón el último asiento libre.
A lo largo de la letra, la voz insiste en un mensaje de esperanza: keep your head up and make it to me. Entre susurros soul y un piano nostálgico, invita a quien sea ese distant stranger a vencer la distancia y completar el rompecabezas. El tema celebra la paciencia, la fe en los encuentros destinados y la certeza de que el amor adecuado sabrá encontrar el camino.
¡Feliz Navidad en miniatura! Sam Smith, el talentoso cantante estadounidense, toma este clásico navideño y lo convierte en un cariñoso recordatorio de que la Navidad puede ser sencilla, cálida y luminosa. La letra nos anima a encender la luz del corazón, a dejar las preocupaciones «fuera de la vista» y a hacer de estas fiestas un momento alegre, o como dice la canción, gay. Cada verso invita a envolvernos en un ambiente de calma, a disfrutar de los pequeños placeres y a permitir que la ilusión brille con fuerza.
En la segunda parte, la canción viaja al pasado evocando esos «felices días dorados» cuando los amigos se reunían alrededor del árbol. Con un tono de nostalgia y esperanza, Sam Smith desea que el destino vuelva a juntarnos cada año y que, mientras tanto, colguemos una estrella reluciente en la rama más alta, símbolo de nuestros sueños y de la unión familiar. En resumen, esta versión te abraza con ternura: celebra el presente, atesora los recuerdos y confía en que el futuro traerá más momentos compartidos y llenos de luz.