Missing Piece, del cantautor australiano Vance Joy, es una oda luminosa a esos amores que la distancia estira pero no rompe. A través de imágenes marítimas —mareas, olas, brumas veraniegas— el narrador confiesa cuánto anhela el reencuentro: observa a su pareja como un dibujo que se "pixela" a lo lejos, aunque promete “hold the line” y no soltar la cuerda que los une. El mar simboliza los obstáculos diarios, mientras la memoria de días dorados sirve de salvavidas emocional.
La idea central es sencilla y poderosa: cuando están juntos, la pieza que faltaba encaja. En cada estribillo el cantante celebra esa sensación de plenitud, de invulnerabilidad compartida, que convierte cualquier habitación en un refugio y hace que el ruido del mundo se desvanezca. Así, la canción mezcla nostalgia y optimismo, recordándonos que la espera vale la pena si al final podemos volver a sentirnos completos junto a la persona que queremos.