Billie Eilish nos abre la puerta a una despedida silenciosa y casi cinematográfica. When the Party’s Over retrata ese instante en que reconocemos que una relación, por muy intensa que haya sido, ya no nos hace bien. La cantante confiesa que ha aprendido a perder a la otra persona y que, aunque podría fingir que todo está bien, la verdad aflora en cada verso: duele, confunde y a la vez libera.
La canción describe un juego de cercanía y distancia: “Call me friend but keep me closer”. Hay cariño, pero también la certeza de que seguir juntos solo causará más daño. Billie ilustra el momento en que, tras la fiesta y el bullicio, queda el inevitable silencio donde cada uno debe marcharse por su lado. En última instancia, el tema celebra el valor de dejar ir para sanar, recordándonos que a veces lo mejor para ambos es soltar la mano antes de que las heridas sean más profundas.