¿Listo para bailar y, al mismo tiempo, cuestionar tu realidad? "Chained to the Rhythm" parece un himno fiestero, pero Katy Perry y Skip Marley utilizan cada beat para lanzarnos una crítica: vivimos cómodos en nuestra “burbuja” de redes, consumo y rutinas, mirando el mundo a través de un filtro rosa. Creemos ser libres mientras repetimos la misma canción una y otra vez, "tambaleándonos como zombis" al ritmo de la distorsión. La pista pegadiza funciona como metáfora de ese ciclo infinito en el que celebramos sin ver los problemas que se acumulan bajo la alfombra.
En el verso de Skip Marley llega el llamado a despertar: romper muros, derribar imperios de mentira y convertirnos en “leones” que rugen contra la indiferencia. El mensaje final es claro y vibrante: sube el volumen, sí, pero mantén los ojos abiertos. Porque solo reconociendo las cadenas —esas que nos atan al ritmo— podremos bailar de verdad hacia un futuro más consciente.