¿Alguna vez te enamoraste tan fuerte que luego dolió incluso respirar? En Consequences, Camila Cabello nos invita a recorrer un amor que empezó como un juego de libertad y adrenalina —lleno de risas, rayos de sol y la falsa sensación de protección— pero que terminó dejando un rastro de pañuelos usados, conversaciones incómodas y sirenas de alerta ignoradas. La cantautora cubano-estadounidense confiesa cómo ese romance, tan «joven, salvaje y dulce», se convirtió en una experiencia que le cobró factura física y emocional, recordándonos que las historias más intensas a veces tienen el precio más alto.
La canción pinta un contraste poderoso: del calor reconfortante de una relación que parecía “segura y estable” pasamos al frío de las consecuencias, donde la soledad, la pérdida de apetito y la culpa se hacen protagonistas. Camila usa imágenes cotidianas —vasos en el fregadero que no “arreglan” nada, almohadas solitarias en una cama extraña— para mostrar cómo el amor puede transformarse en una batalla interna. Consequences es, en último término, una balada confesional sobre crecer, aceptar los errores propios y entender que amar intensamente también puede significar pagar un peaje emocional enorme.