¿Te ha pasado que alguien te hace sonreír incluso cuando quieres enfadarte? Esa mezcla explosiva es el motor de Hate That I Love You, el dúo entre la barbadense Rihanna y el compositor estadounidense Ne-Yo. A lo largo de la canción, ambos confiesan que su pareja posee un “hechizo” irresistible: basta un beso o una caricia para borrar cualquier enojo. Esa dependencia emocional los frustra, porque reconocen que el otro conoce demasiado bien sus debilidades… pero justo eso los hace volver una y otra vez.
En un tono juguetón y confesional, las voces se turnan para admitir que “odian” necesitar al otro, mientras el ritmo relajado mantiene la tensión romántica en el aire. El tema retrata el clásico tira y afloja de una relación intensa: la impotencia de no poder soltar a quien nos hace reír, aunque a veces aproveche ese poder. Con esta canción, Rihanna y Ne-Yo nos recuerdan que el amor y la frustración pueden ir de la mano – y que, cuando el corazón manda, ni el orgullo ni la razón tienen la última palabra.