¿Alguna vez has intentado atrapar una pelota en completa oscuridad? Así se siente el protagonista de Catch in the Dark, la balada de Passenger que desnuda la montaña rusa emocional de un amor intermitente. Él es el refugio al que ella corre cuando está rota, el amigo que la recibe entre humo de cigarrillo y preguntas sin respuesta, aun sabiendo que en cualquier momento desaparecerá otra vez. Cada visita trae risas, alcohol y la falsa promesa de un “para siempre” que se esfuma con el amanecer.
Las metáforas lo dicen todo: loving her is like playing catch in the dark deja claro lo impredecible del vínculo, mientras que I’m a tear drop in an ocean of flames revela lo diminuto que él se siente en medio del caos emocional de ella. El tema aborda la dependencia, el miedo al compromiso y la esperanza que se enciende y apaga como un interruptor, todo envuelto en la voz rasgada del cantautor inglés. En definitiva, una canción que retrata la belleza y el dolor de querer a alguien que nunca termina de quedarse.