Sense de Tom Odell, el cantautor británico con voz quebradiza y piano protagonista, nos invita a acompañarle en una caminata mental llena de “¿y si…?”. El narrador imagina pequeños cambios –tomar otro camino de vuelta a casa, cerrar los ojos y revivir amores adolescentes, declararse o simplemente emborracharse– a ver si así todo cobra sentido. Cada posibilidad revela la misma inquietud: cuando el corazón se rompe, buscamos cualquier botón mágico que nos explique el porqué.
A lo largo de la canción, Odell confiesa sentirse diminuto y resbalando por las paredes, como si cada cuerda de salvación se rompiera en cuanto la agarra. Esa vulnerabilidad convierte el tema en un espejo para cualquiera que haya pasado por la confusión de una ruptura o la ansiedad de no encontrar respuestas. “Sense” es un suspiro melancólico que mezcla dudas, escapismos y la esperanza de que, tarde o temprano, el rompecabezas emocional se acomode y por fin todo tenga sentido.