¿Alguna vez has sentido que el mundo entero te pesa, pero aun así te sientes “volar” por encima de todo? Esa es la contradicción que Tom Odell, el cantautor belga, retrata en Flying :)): un viaje nocturno por una lluviosa Londres, conduciendo despacio en un carril rápido, buscando escapar entre copas y luces de neón. Odell se burla de los “niños ricos” que, a pesar de tenerlo todo, son incapaces de divertirse, y confiesa su propia mezcla de estrés y euforia. El estribillo “Right now I'm flying” funciona como un grito de libertad momentánea, casi un desafío: “¡Dispárame si quieres, no le temo a la muerte!” La canción se siente como esa bocanada de aire fresco que uno toma antes de sumergirse otra vez en la realidad.
En el fondo, sin embargo, late una reflexión muy humana: todos sufrimos, todos cargamos con meses malos, años malos, miedos difíciles de soltar. Odell repite “Everybody hurts sometimes” para recordarnos que el dolor es universal, pero también lo es la posibilidad de elevarnos por encima de él, aunque sea por unos minutos. Flying :)) es, entonces, un himno a la vulnerabilidad convertida en impulso, a la sinceridad que prefiere no mentir ni escribir “otra canción de amor”, sino aceptar que la vida puede ser triste… y aun así vale la pena intentar volar.