Entre brumas, montañas y brasas ardientes, «I See Fire» nos invita a acompañar a un pueblo que se enfrenta a la destrucción inminente. Ed Sheeran, inspirado por la saga de El Hobbit, se pone en la piel de los enanos de Erebor para cantar sobre la amenaza del dragón Smaug. Las imágenes de fuego devorando árboles, piedra y esperanza convierten la canción en una plegaria colectiva: cuidar las almas de los hermanos, brindar por última vez y mantenerse unidos mientras las llamas tiñen la noche de color cobrizo.
Más que una simple balada épica, es un recordatorio de la fuerza de la hermandad frente a la adversidad. Sheeran describe el valor de permanecer juntos cuando «la desolación cubre el cielo» y la posibilidad de la muerte se vuelve real. Aun rodeados de cenizas, el cantante expresa un deseo profundo: que su gente lo recuerde. Por eso, cada acorde mezcla temor, coraje y un hilo de esperanza que nos anima a abrazar a los nuestros cuando el mundo parece arder.