¿Alguna vez has sentido que vuelves una y otra vez a esa persona que te deslumbra, incluso cuando sabes que podrías acabar en llamas? En Style, la cantautora estadounidense Taylor Swift nos invita a un paseo nocturno por una relación tan peligrosa como irresistible. Con referencias icónicas (la mirada soñadora tipo James Dean, los labios rojos clásicos) la canción celebra la química magnética entre dos amantes que, sin importar cuántas veces choquen, nunca pierden su encanto.
Más que un simple romance pasajero, Taylor retrata un vínculo atemporal: él aparece sin faros, ella titubea, pero algo los atrae como un imán. Pueden engañarse, discutir o alejarse, y aun así siempre terminan regresando porque su conexión “nunca pasa de moda”. Style nos recuerda que algunos amores son como las prendas clásicas del armario: sobreviven a cada temporada, brillan con luz propia y siempre nos hacen sentir tan bien como la primera vez.