¿Preparado para un viaje veraniego lleno de nostalgia, travesuras y pasión? En Venice Bitch, la cantante Lana Del Rey pinta un collage emocional donde el amor juvenil se mezcla con la rebeldía y una pizca de humor sarcástico: "fresh out of fucks, forever". A lo largo de la canción, la protagonista se presenta como la “little Venice bitch”, una chica despreocupada que pasa el rato en el porche, enciende hogueras en el patio y dispara besos imaginarios con “bang bang, kiss kiss”. Los versos flotan sobre un ambiente de verano que inevitablemente se desvanece, recordándonos con la frase “nothing gold can stay” que lo perfecto es efímero.
La letra combina imágenes de la cultura pop estadounidense (Hallmark, Norman Rockwell) con referencias psicodélicas (“crimson and clover”) y confesiones íntimas (“God, miss you on my lips”). Entre giras, fiestas y risas, Lana refleja la tensión entre la libertad absoluta y la necesidad de un amor duradero: un “one dream, one life, one lover” que busca resistir el paso del tiempo. El resultado es un himno melancólico y juguetón que celebra la belleza de un romance caótico, marcado por la nostalgia, los pequeños excesos y la certeza de que recordar esos momentos dorados valdrá la pena, incluso cuando el verano se apague.