Permanent December nos lleva de viaje por Londres, París, Nueva York y más, pero pronto descubrimos que ningún destino ni un desfile de chicos atractivos logra calentar el corazón de la cantante. Miley Cyrus pinta el cuadro de un mundo glamuroso que, sin la persona correcta, se vuelve tan gélido como un diciembre permanente.
La canción es una confesión de arrepentimiento y un grito de esperanza. Miley reconoce que se equivocó al decir que no necesitaba a su amor, y ahora regresa a casa pidiendo que le dejen una luz encendida. Entre ritmos pop y estribillos pegadizos, la artista promete que, cuando lo recupere, nunca más lo dejará ir. Es un himno sobre valorar lo esencial después de perderlo y descubrir que ningún lugar del mundo se compara con donde late el verdadero calor afectivo.