The Weeknd, el misterioso artista canadiense, utiliza “Reminder” para mirar a su público a los ojos y decirle: “No olviden quién soy”. Con un tono desafiante, Abel presume de su éxito global, de su estilo poco convencional y de los lujos que ahora disfruta (coches de alto calibre, premios, giras millonarias). Entre referencias a la cultura pop y confesiones sobre fiestas interminables, critica a la industria por buscar “blue-eyed soul” mientras él, con su pelo negro y su humo de marihuana, sigue batiendo récords con el sello XO. La idea central es clara: cada vez que el mundo intenta encasillarlo o minimizarlo, él vuelve con otro hit para recordarnos su nombre.
La letra combina egotrip, sátira y vulnerabilidad. The Weeknd se burla de los galardones pensados para adolescentes, presume de ser multiplatino con un simple mixtape y responde a quienes imitan su sonido. A la vez, deja entrever su lado hedonista: drogas, sexo y noches en hoteles que “sudan” las camas. En resumen, “Reminder” es un himno de autoafirmación y excesos, un recordatorio de que, pese a las críticas o las copias baratas, él sigue siendo el rey del R&B alternativo y la voz que todos reconocemos en cuanto suena en la radio.